lunes, abril 12

Carta desde una civilización perdida..

Durante miles de años, los seres humanos hemos podido disfrutar del mejor regalo que los dioses dieran jamás a ningún ser vivo. La brisa, el viento, el hermano sol y la hermana luna, campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos, amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera, puestas de sol decoradas con los sueños aún por conseguir..y aunque parezca mentira… inteligencia.
Pero el hombre blanco despreció aquel tesoro y a medida que la vida le sonreía, él le contestaba dando patadas al destino.

Si alguien lee esta carta, no olvide que el fin de esta civilización
se debió al egoismo, codicia e incultura de la raza humana. Los hombres ya no somos mamíferos, el ser humano no se convirtió en depredador. La raza humana somos simplemente un virus;
matamos, crecemos, y nos multiplicamos. Por eso nos extinguimos, por eso las aguas se tragaron nuestra civilización.
La verdadera Atlántida, éramos nosotros. Y por eso dejo escrita esta nota para formas de vida inteligente venideras.



..CUANDO LOS HOMBRES ESCUPEN AL SUELO, SE ESCUPEN A ELLOS MISMOS.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de que somos un virus me ha recordado a Matrix.
Y qué gran verdad se alberga en esta carta, pero mira, se repita cuanto se repita, parece que también nos hemos hecho inmunes a nuestra propia destrucción.